Imagen de estilo barroco perteneciente a las postrimerías del siglo XVIII de autor desconocido; de edad madura, porte esbelto y expresando ternura hacia el Hijo de Dios que lleva en su mano izquierda, la imagen de San José presenta la cabeza, manos, piernas (no en su totalidad) y pies tallados en madera. La imagen se presenta con la pierna izquierda avanzada respecto a la derecha y la espalda flexionada hacia delante en actitud itinerante y bello contraposto. San José nos presenta al Hijo de Dios aceptando con entereza su paternidad divina.
Su rostro, ladeado hacia la izquierda y con la mirada perdida, nos hace reflexionar sobre el amargo trance de tener que aceptar la paternidad divina de Jesús y, al mismo tiempo, la humildad y la entrega de su honor a Dios.
En su mano derecha porta una vara de azucenas propia de su iconografía, representando su pertenencia a la estirpe del Rey David y simbolizando la pureza de su espiritu.
En su mano izquierda porta al Hijo de Dios, de estilo barroco y cuerpo tallado al completo que presenta el brazo derecho alzado en actitud de bendecir a los fieles.
El gran parecido existente entre la imagen de San José con la del Santísimo Cristo de la Expiración de la Hermandad isleña del Silencio, y con el Santísimo Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro, también de nuestra ciudad, fueron, entre otras investigaciones, los indicativos para pensar en los dos autores citados. Sin embargo, ambas imágenes citadas son de Sirartegui, ambas documentadas.
Sobre su autoría, se han barajado los nombres del Maestro de mascarones del Arsenal de La Carraca Samuel Howe, así como el del más aventajado de sus discípulos, su yerno José Tomás de Sirartegui Saralegüi.
El escultor isleño y profesor de Bellas Artes, D. Alfonso Barraquero García (q.e.p.d.) hermano de nuestra Hermandad, cree que la imagen es sin duda de Samuel Howe. Sin embargo, el historiador Fernando Mósig Pérez y varios miembros de la Junta de Gobierno, también historiadores, sostienen que podría perfectamente ser obra de Sirartegui, atendiendo a unos parámetros cronológicos estudiados sobre las vidas de ambos. Además, en el Arsenal de La Carraca existe una imagen de menor tamaño del Patriarca que es prácticamente igual a la del Patrón.
No cabe duda que es obra de alguno de los escultores de La Carraca, cuyo maestro era Howe y que esculpían todos consiguiendo rasgos muy parecidos entre las distintas imágenes. Podría sin duda ser obra este San José de Sirartegui o de Howe, como de cualquiera de los restantes escultores de la escuela carraqueña.
Sea como fuere, el parecido es patente y hay quien afirma que podría ser el modelo previo del que saliese la imagen de nuestro Titular. Para complicar aún más las cosas, aparece en los archivos de la Iglesia Mayor un contrato firmado para la ejecución de una imagen de San José en el que se contempla como escultor de la misma a Giovanni Gandolfo.
No obstante, parece que la imagen a la que se hace referencia en este contrato de 1.773, según Mósig, podría ser una que se encuentra en el altar de San Miguel Arcángel y que es de un tamaño reducido o bien otra desaparecida. O incluso podría darse el caso de que fuese la del Patrón, retocada pocos años después por Howe o Sirartegui.
No cabe duda que el misterio sobre su autoría sigue planeando sobre los miembros de la Hermandad y se está a la espera de nuevas investigaciones que arrojen luz al respecto. La imagen podría haber sido retocada (que no restaurada) en 1954 por el escultor isleño D. Antonio Bey Olvera (aunque esto es una tradición moral y no existe constancia documental de ello), quien restauró el altar de la Herman-dad a petición del Ayuntamiento de la ciudad en el citado año (de esto si hay constancia documental). A comienzos de la década de los años ochenta se retocaría nuevamente la imagen por nuestro hermano D. Alfonso Barraquero García para arreglar unos pequeños desperfectos en la mascarilla. La imagen jamás ha sufrido una restauración profunda (al menos que se sepa) puesto que se halla en excelentes condiciones. Quizás, el día que se realice, alguien encuentre una firma o algún pergamino en su interior que confirme su autoría. Por lo pronto, las brillantes manos que labraron tan sublime simulacro siguen sin tener un nombre oficial.
Por su parte la imagen del Bendito Niño Dios es igualmente de autor desconocido y parece datar de la misma época que San José, si bien no existe seguridad de que la efigie sea la que originariamente tuvo la imagen josefina. Lo que sí parece claro es que quien lo modeló tuvo el mismo gusto y finura que quien hiciese a San José. La clave que hace pensar a muchos que la imagen del niño podría no ser del mismo conjunto iconográfico de San José está nuevamente en el Arsenal de La Carraca. La citada imagen que existe allí porta un Niño Dios que pasa su mano derecha por la espalda de su casto Padre, de manera que San José gira levemente su cabeza hacia su izquierda.
La posición de la cabeza de nuestro Titular es igual, y si aceptamos que las dos imágenes pudiesen basarse una en la otra (no sabemos cuál de las dos se realizó antes) la imagen del Niño debería ser similar. Sin embargo el Niño Jesús del Patrón mira al frente y no pasa su mano derecha por la espalda de su Padre.
En el año 2022 a través de un documento conservado en el archivo de la Parroquia, y alertados por nuestro hermano y archivero de entonces de la misma, D. Juan I. Guerrero Pérez, nos indica la aparición de un "recibí" o justificante de pago a favor de D. Juan Correa de 100 reales de vellón "por cuenta del Padre D. Antonio Martínez, Mayordomo de la Yglesia Mayor de esta Villa Por encarnar el Niño del Sr. San José y conponer las dos manos y Barnizar dicho Santo. Ypor ser verda lofirmo en la Real Ysla de León a 12 de Marzo de 1811. Juan Correa."
Por todo ello, podemos decir que la imagen del Santo Patrón fue intervenida en el año 1811 por D. Juan Correa, quién "compone" o realiza nuevas manos al Santo, encarna nuevamente al Niño Jesús (de ahí las diferencias de policromía con el rostro de San José) y también barniza la imagen del Patrón.
Situada en las bases de los intercolumnios del altar, nos encontramos a las imágenes de San Servando y San Germán, Co-Patronos de la Ciudad y Patronos de la Diócesis. Ambos simulacros son de talla completa, con una rica policromía. Son de tamaño académico. Las dos imágenes procesionaron antiguamente en el Corpus de San Fernando, y también lo hicieron en el de Cádiz sustituyendo a las imágenes homónimas, obra de Luisa Roldán "La Roldana", que se hallan en la Catedral de la capital y que son las que ostentan oficialmente el nombramiento como Patronos de Cádiz.
La iconografía de las dos imágenes es la tradicional con la que normalmente se le representa: con una mano alzan la cruz y la otra, con la que sostienen una palma (símbolo del martirio), se haya encadenada a una de sus piernas simbolizando el calvario al que fueron sometidos.
Ambas imágenes se veneran diariamente en el altar de San José y forma parte de todos los cultos internos de esta Esclavitud a destacar, con especial relevancia, su presencia en el altar efímero de los Solemnes Cultos del Voto.
San Servando y San Germán son Titulares de la Esclavitud desde febrero de 2020.
En el año 2022 el Cabildo de Hermanos aprueba un proyecto de restauración de ambas imágenes, a propuesta de la Junta de Gobierno, que comenzaría por la de San Servando, siendo la de mayor deterioro, quedando a la espera la imagen de San Germán. En el año 2023 se realiza la restauración por los profesionales Dña. Pilar Morillo Pérez y D. Álvaro Domínguez Bernal bajo el asesoramiento histórico de D. Carlos Maura Alarcón, Grado en Historia, quién atribuye la realización de ambas imágenes al imaginero ubriqueño José Fernández Guerrero, autor de imágenes como la Virgen de las Angustias de la Archicofradía del Ecce Homo de Cádiz, la imagen de San Sebastián de la Catedral de Cádiz, la Divina Pastora de Capuchinos de Sevilla o la Virgen de los Dolores de Fuentes de Andalucía.
Reliquia de Santa Teresa de Jesús con su auténtica y toda la documentación, enviada desde Roma tras solicitarse a las autoridades religiosas competentes por los cauces establecidos. El relicario fue realizado en 2008 en plata en Cuzco (Perú) y fue donado por dos hermanos.
Santa Teresa contribuyó considerablemente a la extensión de la devoción josefina, poniendo todos los medios a su alcance. Ella escribió páginas brillantes que sacaron la figura del padre de Jesús del anonimato y la plantó en la religiosidad popular de su tiempo. Sin duda Teresa marcó un hito en esta piedad de los sencillos.
La presente reliquia se encuentra a la veneración diaria en el altar de San José a los pies del Santo Patrón. Igualmente, forma parte de todos los altares de culto interno que la Hermandad dispone durante todo el año y, además, procesiona en el frontal del paso en una artística peana en las dos salidas procesionales que realiza San José como son la procesión de Alabanza y Gloria del 1 de mayo y el acompañamiento por las calles de San Fernando a S.D.M. en la Magna procesión del Corpus Christi. También forma parte del cortejo del traslado de San José al altar efímero de los Solemnes Cultos del Voto donde a su finalización se da a besar.
Es Titular de nuestra Esclavitud desde febrero de 2020.
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