Como es tradición desde hace 222 años la ciudad de San Fernando, representada por su Ayuntamiento en la tradicional y solemne Función del Voto, a la que acudió corporativamente y bajo mazas con la Alcaldesa al frente, Dña. Patricia Cavada Montañés, cumplió con su promesa de acción de gracias a San José por su reconocida y milagrosa intercesión en la epidemia de fiebre amarilla de 1800.

Fue precisamente este hecho el que valió su reconocimiento como Patrón Canónico Principal y, desde entonces, a él acudieron siempre los isleños en rogativas como en acción de gracias, reconociéndole como Protector y Sanador Celestial.

A las 11 de la mañana del pasado domingo 27 de noviembre, se iniciaba la ceremonia presidida y predicada por el M.I. y Rvdo. Sr. D. Luis P. González Rodríguez, Canónico de la Santa Iglesia Catedral y párroco de la Mayor.

Representaciones del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta, del Consejo de Hermandades y Cofradías, de la Federación de Asociaciones de Vecinos "Isla de León", Hermanos Mayores y representantes de las Hermandades y Cofradías de San Fernando, así como la de los Santos Patronos de Cádiz de Chiclana, de la Adoración Nocturna Femenina y de la Asociación Cultural Cofrade "La Venera", nos acompañaron en la celebración religiosa.
El cuerpo de acólitos y servidores integrado por hermanos y colaboradores de la Esclavitud, así como el Ensemble "Jubilate Deo" con un magnífico repertorio de cantos litúrgicos y piezas eminentemente josefinas, interpretando por vez primera en la Eucaristía la "Salutación a San José" de Eduardo López Juarranz y letra de Mariano Godi, aportaron mayor solemnidad aún si cabe a la ceremonia.

Detalles como el encendido de la Corona de Adviento al inicio por parte del Hermano Mayor, la participación de hermanos en la liturgia de la palabra realizando lecturas, así como en las ofrendas, la propia lectura del Voto al Patrón por parte de la Ilma. Sra. Alcaldesa, así como el canto del "Te Deum" por la protección siempre dispensada por intercesión de San José que presidía imponente su altar de cultos en el presbiterio del templo, se repitieron un año más en una de las ceremonias religiosas más antiguas de las que se celebran en la Ciudad y con la que la Isla cumplió, un año más, con el Voto a San José.