La filial isleña inició su peregrinación ayer lunes, tres años después tras la obligada ausencia por la pandemia.

El año 2022 será el reencuentro de los rocieros con la Patrona de Almonte y también lo ha sido con el Patrón de la Isla del que, como hace más de dos décadas, se han despedido a las plantas de su altar solicitándole protección para el camino.

A una hora más temprana de lo habitual, al adelantarse la misa de romeros, la carreta con el simpecado subía la rampa de la Iglesia Mayor para situarse en el interior del cancel, donde una representación de nuestra Hermandad, encabezada por nuestro Hermano Mayor, recibía a la comitiva rociera.

Emotivas palabras de nuestro Hermano Mayor y del Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío, la tradicional ofrenda a San José, así como las preces, oraciones, cantes y vivas al Patrón y a la Virgen del Rocío, marcaron ese emotivo encuentro que no vivíamos desde hacía tres años.

Finalmente, a las puertas de la Mayor y antes de proseguir su camino, la Hermandad realizó su tradicional ofrenda al característico simpecado pardo de los rocieros isleños.

Una representación de nuestra Hermandad, como es costumbre, acompañó la singular carreta blanca del simpecado en su transitar por el corazón de la Ciudad.

¡Buen camino hermanos de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío!