Tal día como hoy, el 26 de noviembre de 1899, hace CXXV años y en la antigua festividad de los Desposorios, coincidiendo con la jornada de la Función del Voto a San José, se consagró el actual retablo de San José, costeado por la piedad de los fieles.

Este “nuevo retablo” sustituía el altar en el que el Patrón se veneraba desde 1839, cuando se aprueba por decreto episcopal su traslado a la ubicación actual desde la sala de duelos, quedando así reunidas en un mismo retablo las imágenes del Patrón y de los Copatronos, aunque los Santos Mártires pasaron luego tanto a la Capilla del Sagrario como al altar mayor al desmontarse el órgano, situándose las imágenes en los huecos que dejó el mismo, flanqueando las imágenes De San Pedro para retornar definitivamente al retablo de San José donde desde entonces los veneramos.

En el inventario del año 1900, levantado por el Arcipreste D. Baldomero García, lo describió de la siguiente manera: “Altar nuevo con ara, costeado por la piedad de los fieles y colocada la imagen que es de media talla vestida (…), el Niño es de talla, la vara con las flores, diadema y las potencias del Niño son de plata; en la parte baja está un nicho con San Francisco de Paula y en la alta un medio relieve que representa al Eterno Padre; en otro de los cuadros hay un lienzo que representa a San Roque, y en el otro uno de papel de Santa Teresa de Jesús.”

En el inventario se añade que “a la derecha del altar hay una lápida conmemorativa del Voto hecho por el clero y el Ayuntamiento al Santo Patriarca el año de 1800 con motivo de la epidemia,” primera mención documentada a la misma.

La citada imagen de San Francisco de Paula era pequeña, de barro cocido, con báculo y diadema de plata y escudo de oro, que pudiera ser la que actualmente se venera en la hornacina del altar de la Inmaculada Concepción.

Además, en esta época de tránsito del siglo XIX al XX, había otras imágenes de San José en el templo parroquial: una efigie situada en el altar de San Pedro y un lienzo colocado entre este altar y el de San Pablo.

Por otra parte, en este breve recorrido histórico, el altar y retablo de San José fueron restaurados notablemente en el año 1955 por el artista local D. Antonio Bey Olvera, a iniciativa y costeado por el Excmo. Ayuntamiento, quien también pudo intervenir las imágenes de los Santos Copatronos.

Así las cosas, Salvador Clavijo en el año 1961, hacía mención a esta reciente intervención sobre el altar, indicando que en el mismo se veneraba al Santo Patriarca flanqueado por las imágenes de San Servando y San Germán, componiendo este altar, en el sentir del médico historiador isleño, “el Símbolo ancestral de la Isla.” Por otra parte, sustituyendo a una originaria imagen de San Francisco de Paula en la hornacina del retablo, se venera una imagen de la Virgen del Pilar fruto de la donación de D. Antonio Molinos Buisán, entrenador del CD San Fernando natural de Zaragoza, en agradecimiento por el ascenso del equipo a la Segunda División del fútbol español en julio de 1954.

Por último, en aras de procurar su conservación y puesta en valor, nuestra Esclavitud restauró la imagen de San Servando el pasado 2023 gracias a la línea de subvenciones de la Junta de Andalucía para el patrimonio histórico, así como a la colaboración del Excmo. Ayuntamiento, esperando poder materializar en breve la restauración de la imagen de San Germán, así como en el futuro, el propio retablo de San José que, 125 años después, sigue representando el “Símbolo ancestral de la Isla.”




📌 Fuente: Mósig Pérez, Fernando. “Historia de las Hermandades y las Cofradías isleñas.” 2005