Las premisas dadas por la comisión del paso se cumplieron sobradamente y fruto de las mismas fue la realización de este boceto en el que se aprecia claramente la calidad del dibujo, la claridad de las partes y paños y la estudiada composición del diseño.

La estructura queda enmarcada en torno a un eje simétrico central que parte de la peana tipo “carrete” cuya función es la de realzar la imagen patronal de San José, tanto desde un punto de vista material (la imagen se podrá observar desde todos los puntos de vista) como espiritual (la elevada altura se convierte en el símbolo de la gloria de San José y fortalece su carácter letífico); de la mencionada peana parten unos brazos de exquisita talla rocalla que enlaza con los espectaculares candelabros de nueve luces y de marcada verticalidad, que contarán con la altura suficiente para dotar a la venerada imagen de la necesaria y simbólica luz y, al mismo tiempo, dotar al paso de un lucido movimiento que rompa la rigidez de la madera.

Como hemos comentado la peana se convierte en la base fundamental del proyecto y esto es mas que evidente en los marcados entrantes de la abombada canastilla, cuyas partes cóncavas coinciden con los entrantes de la peana y el eje marcado por los brazos que unen la misma a los candelabros; por el contrario, las partes convexas coinciden con los salientes de la peana y las bases de los candelabros de guardabrisas. La canastilla posee también bellos medallones en los que se descubren cartelas que cobijarán los correspondientes relieves iconográficos sobre San José.

El último elemento de la estructura da el contrapunto a tan movida composición, pues debe adaptarse a las características rectangulares de la mesa del paso. Los respiraderos se fundamentan notoriamente en el coro de la Iglesia de San Francisco de Cádiz y están diseñados para combinar la talla, de clara influencia rocalla, con el bordado en oro, dotando al conjunto de gran originalidad, al no existir en San Fernando un esquema de tales características, y de gran versatilidad. Los respiraderos culminan en unas interesantes maniguetas que aún no se reflejan en el boceto general.

En todo el conjunto se observa claramente la influencia de las rocallas gaditanas en respiraderos, cartelas y medallones, todo en función del trabajo fotográfico realizado por los miembros de la comisión del paso en las iglesias gaditanas de San Francisco, Santiago y Santo Domingo y de la capacidad de Ibáñez para adaptar y dibujar con maestría la esencia del estilo gaditano.